Cuando a una persona se le diagnostica esquizofrenia, su vida puede cambiar en algunos aspectos, al igual que la de su entorno, ya que, al tratarse de una enfermedad mental, a veces puede ser difícil lidiar con ella. Sin embargo, se ha demostrado que si todos muestran su apoyo a la persona que la padece, podrá sobrellevarla mejor y hacer una vida prácticamente normal.

Por tanto, lo más importante para ayudar a una persona con esquizofrenia es estar informados y este es precisamente el objetivo del Día Mundial de la Salud Mental, que este año está enfocado a la esquizofrenia. #di_capacitados y vive sin prejuicios la esquizofrenia es el proyecto en el que han participado diferentes asociaciones españolas que luchan por ofrecer una mayor información y una visión más optimista sobre las enfermedades mentales.

Por este motivo, se han elaborado una serie de vídeos que muestran 10 testimonios de personas que padecen esquizofrenia, porque no existe mejor manera de valorar los hechos que con sus propios testimonios. Por el momento, podemos ver el tráiler de #di_capacitados y, a partir del día 10 de octubre, Día Mundial de la Salud Mental, podremos ver los 10 testimonios completos que nos ofrecerán la verdadera cara de la esquizofrenia. Una realidad que podemos completar con otra serie de vídeos informativos que podemos ver aquí.

Apoyar al paciente cuando va al médico

Este puede que sea uno de los aspectos más importantes en el día a día de una persona que padece esta enfermedad. Esto es así porque la visita al médico es algo que una persona con esquizofrenia tendrá que hacer a menudo y que puede resultar una situación complicada. Por ello, es muy aconsejable que un familiar o amigo acompañe al paciente durante esas visitas. ¿Qué puede hacer el acompañante? Pues, por ejemplo, durante la evaluación del médico, si por lo que sea la persona que padece la enfermedad no puede contestar, el amigo o familiar puede hablar sobre su conducta o dar ideas diferentes.

El acompañante también puede ayudar aportando información sobre el historial médico de la familia y la medicación que el paciente ha estado tomando. También es aconsejable preparar una lista de preguntas de antemano y llevar papel y bolígrafo para apuntar posibles dudas.